Ojalá no le hagan conejo
El precandidato a la Gobernación de Antioquia, Andrés Guerra Hoyos, nos sigue generando dudas sobre las lealtades que debe tener con él Centro Democrático.
Las dudas surgen porque en medio de la compleja puja con Liliana Rendón Roldán le agregaron dos nombres: Jaime Restrepo Cuartas y Fernando Correa.
Desde que falleció Andrés Uriel Gallego Henao, el ex diputado Guerra Hoyos quedó sin doliente al interior del Centro Democrático. Fue el ex ministro del Transporte, quien creyó en el joven comunicador social y le dio la posibilidad de recorrer todo el país desde esa cartera.
Guerra Hoyos está mostrando seriedad, nobleza y coherencia que tal vez no sean relevantes a la hora de escoger el candidato a la Gobernación en la Convención, porque ya vimos los problemas ocurridos entre Óscar Iván Zuluaga y Francisco Santos en su momento.
De todos modos está haciendo un ejercicio interesante en materia política. De hecho el senador Álvaro Uribe Vélez se inició en la casa de “mármol” de Bernardo Guerra Serna y luego emprendió vuelo propio con Mario Uribe Escobar.
Esa historia podría darse, pero ahora en caso contrario. Quizá por eso el veterano Guerra Serna se abstuvo de asistir a la inscripción de su hijo el martes 27 de enero en la sede de Centro Democrático.
Durante la jornada el dirigente Héctor Quintero Arredondo tuvo un lapsus cuando felicitó al concejal José Nicolás Duque Ossa por haber renunciado al Partido de la U. Él no dimitió, lo echaron. De ahí la consulta jurídica sobre su posibilidad de aspirar por CD al Concejo sin que haya inhabilidad.
Igual, Andrés Guerra Hoyos está sembrando ideas, y cuando hay raíces, las cosas deben salir bien.