Recovecos Parroquiales

GAVIRIA LE DEJÓ “CHICHARRÓN” A FEDERICO RESTREPO

Por Juan Carlos Hurtado Ochoa

Medellín. La “bomba” que explotó en EPM por cuenta de la falsificación de documentos que comprometerían a funcionarios, asesores externos, y otras irregularidades en la transformación de vehículos a gas, se estaría presentando desde hace algunos años, lo que nos da para colegir que el anterior gerente Juan Felipe Gaviria y otros antecesores le habrían dejado el “chicharrón” a Federico Restrepo Posada.

La transformación de vehículos a gas comenzó desde el año 2001 y sólo hasta ahora se pudieron descubrir varios problemas de corrupción que hoy tienen a la entidad con una cartera morosa por recuperar superior a los 8 mil millones de pesos y a un gerente haciéndole frente a una situación que lastimosamente heredó.

El concejal Rubén Callejas fue el encargado de denunciar públicamente la situación, porque varios talleres están perjudicados debido a las estafas y a que EPM no quiere seguir con el programa de financiación precisamente por la corrupción presentada.

Para el gerente de EPM es un “chicharrón” el que le toca lidiar, puesto que a la legua se ve que actuó de buena fe y no sabía del fenómeno que en buena parte se presentó por la falta un aparente buen equipo de análisis crediticio en la entidad.

Lo más grave es que EPM decidió no otorgar más planes de financiación, pero sin apartarse del negocio, lo que seguramente va a generar una desconfianza entre los usuarios como lo sentenció el concejal Callejas, quien citó un debate para el lunes a fin de que se desnude la situación.

El concejal Callejas dice que las metas de transformación de vehículos a gas han disminuido porque EPM no volvió a otorgar bonos y existe poco respaldo de la entidad con el sector.

Dice el corporado que al parecer EPM se metió en el negocio sin establecer un departamento de crédito y luego la situación se le salió de las manos, porque hubo fraudes en falsificación de documentos.

En los recovecos informativos se dice que un yerno de Fabio Valencia Cossio, quien tiene la misión de socializar con los talleres, al parecer ha tenido una actitud arrogante y displicente.

Por cuenta de este escándalo hay funcionarios de EPM amenazados y un ambiente bastante turbio en el que podrían resultar implicados varios sectores que tienen que ver con la transformación a gas de los vehículos.

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