ESA PLATA NO ENTRARÁ POR AHORA, O NO ENTRARÍA A LARGO PLAZO, COMO LO PRETENDE EL ALCALDE DANIEL QUINTERO CALLE
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
La conciliación prejudicial contra el Consorcio Hidroituango y sus contratistas ha dividido y polarizado a la gente y líderes de distintas áreas del país (como en política) en dos bandos: quienes apoyan una pelea con el GEA y quienes creen que es un error. Pero prácticamente nadie, ni siquiera el mismo alcalde Daniel Quintero Calle ha advertido que una vez demanden (porque no habrá arreglo con ese billete tan grande de 9,9 billones) habría que esperar entre 10 y 20 años para que surja un fallo.
Quienes discuten sobre el tema creen que en tres meses los contratistas se bajarán del bus con la suma pretendida o una menor. No nos digamos mentiras ni le digamos mentiras a la región. Los contratistas no cederán por dos razones: la primera porque hacerlo sería acabar con su marca y prestigio empresarial (que no tiene precio) y segundo porque ellos consideran que han hecho las cosas bien, que nunca recibieron reparo de las obras, y les ampliaron la contratación hasta diciembre porque había satisfacción por parte de EPM.
Lo anterior quiere decir que los contratistas no piensan salir por la puerta de atrás y acudirán a la demanda de reconvención o contrademanda que trae consigo el artículo 375 del Código General del Proceso, para demostrar que todo lo que hicieron en el proyecto fue con el visto bueno de EPM, como así lo expresaron en una carta de sorpresa sobre la conciliación prejudicial a la que están siendo llamados.
Está claro que el alcalde Daniel Quintero Calle tenía que hacer algo para no incurrir en omisión y detrimento patrimonial independiente de las buenas maneras con los actores del proceso, pero es relevante explicar, aclarar, que esa plata no entrará por ahora, o no entraría en el largo plazo.
La razón es que Quintero Calle termina su gobierno en tres años y cuatro meses (mientras no surja una revocatoria) y si no logra tener un mandatario de su cuerda en el próximo período, es posible que el GEA busque recuperar protagonismo con un Alcalde que resuelva los asuntos con los contratistas amigos. Porque como dijimos, el proceso judicial es largo y nadie puede garantizar su estabilidad hacia el futuro. Tal vez un candidato presidencial como Federico Gutiérrez Zuluaga, sea llamado para que aspire a la Alcaldía, en caso de no tener éxito en lo nacional, y enderezar el problema litigioso.
No es descabellado porque durante anteriores gobiernos ha habido venta, compra y negociaciones polémicas con privados como las ocurridas con Orbitel, por citar un ejemplo.
También es importante revisar de dónde vienen los artículos de opinión sobre el asunto, porque hay mucho político pescando en río revuelto, sin tener realmente un interés sincero por lo que pase en Antioquia. Basta con mirar el titular displicente de un medio bogotano el domingo 16 de agosto que dice: “Orgullo Paisa”.
Remate: Daniel Quintero Calle pasará a la historia como quien no tuvo temor de enfrentarse al poder empresarial intocable en el Departamento, porque Luis Pérez Gutiérrez lo hizo sutilmente, pero luego le dio algo de juego.
