Rodrigo Mesa Cadavid, propuso en la Asamblea analizar el tema.
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
Medellín. Porqué será que a algunas personas de bien nunca nos ofrecen lotes, casas, carros y otros artículos a precios de oportunidad, pero sí a otros de maneras que sorprenden y hacen pensar que talvez uno es de mala suerte o idiota.
La presunta venta de un lote de 27 mil metros cuadrados de tierra en 60 millones de pesos a la Corporación CORVIDAS, por parte de la señora Margarita María Correa, y la posterior negociación entre esta entidad y la Alcaldía de Amagá por 783 millones de pesos, de solo 9 mil metros cuadrados de la totalidad del terreno, hace pensar que aquí huele feo.
Así lo dio a conocer el diputado liberal Rodrigo Mesa Cadavid, quien posee documentos de la negociación. En ellos se establece que la señora Margarita María Correa vendió esos predios en la extraña suma mencionada. Se dice que ella habría tomado esa descabellada decisión porque al parecer le habían ofrecido una casa para su hija en la urbanización que planea construir la alcaldesa Auxilio del Socorro Zapata.
Lo raro es porqué un predio que se vende en abril del presente año en 60 millones de pesos, tres meses después, 9 mil metros del mismo, se cotizan en 783 millones de pesos según la compra que hizo la Alcaldía. ¿Quién salió tumbado aquí? Se pregunta Mesa Cadavid, quien considera que huele mal este asunto donde está involucrada la Corporación CORVIDAS, conocida en Itagüí por la construcción de casas.
También supimos que de su junta directiva hace parte la ex aspirante a la Asamblea por el Partido Liberal, Ángela María Cano, pero tampoco sabemos qué “velas tiene en este entierro”. Mesa Cadavid también nos informó que la Alcaldía habría pagado con un cheque, de los que ya sabemos…, lo que sería la legalización y escrituras de unas 506 familias de la población, quienes sueñan con tener techo propio. Pero se descubrió la estafa y estas personas llevan año y medio esperando solución.
El diputado asegura que no puede juzgar sin conocer detalles de fondo hasta que las autoridades investiguen, pero sí pide celeridad en este asunto.
El también diputado Álfaro Martín García dijo que un episodio muy parecido se viene presentando en La Estrella. Señaló que el concejal Charles Figueroa está bajo protección especial desde que denunció una presunta compra irregular de predios para la construcción de un proyecto de casas de interés social.
García considera que en nuestro país hay un problema de corrupción en el que una parte de la población intenta estafar a la otra parte honesta, generándose situaciones como la planteada aquí.
O algunos somos muy de malas, o nos falta malicia, porque si una señora vende 27 mil metros cuadrados de tierra en tan solo 60 millones de pesos, que podremos aspirar quienes nos conformaríamos con mil metricos para construir una modesta casa campesina de recreo y nos quieren sacar un ojo con el precio. Porqué no habría conocido antes a doña Margarita María Correa…
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Andres Guerra Hoyos, de camisa azúl, en medio de amigos de política.
ANDRÉS GUERRA, ¿EL REBELDE?
Como un joven rebelde que no se deja meter los dedos en la boca se considera Andrés Guerra Hoyos, el hijo menor de Bernardo Guerra Serna, quien aspira al Senado y decidió irse en contra de la tradición liberal de la familia.
Tan es así, que el mismo Bernardo Alejandro Guerra Hoyos, presidente del Concejo, asegura que no está promoviendo la candidatura de su hermano, sino desde Casa de Nariño, donde fue asesor del Ministerio de Transporte durante 6 años.
Andrés Guerra Hoyos explica su rebeldía al recordar que un día llegó a la finca de Uribe en Llano Grande y se presentó como Andrés a secas y no como el hijo del patriarca liberal.
“Esto le gustó al presidente y desde ese momento he venido trabajando de cerca sus políticas, lo que me ha permitido recorrer más de 600 municipios del país”, precisa el joven de 36 años, comunicador social de la UPB.
Tan rebelde es Andrés, porque no le gusta que le digan señor o doctor, que prefiere buscar votos en zonas apartadas de Antioquia, Córdoba, Sucre y los Llanos Orientales. “Lo fácil sería irme a los barrios de Medellín y urbanizaciones, pero mi programa está dirigido al sector rural tan golpeado”, sentencia como indignado de la política nacional.
Rebelde o no, es el hijo menor de los Guerra, y por sus venas corre sangre política sea de la corriente que sea.