Ojo por ojo, qué tristeza alguna gente…
-Una cosa es que cometamos conductas reprochables y nos critiquen, y otra que esas circunstancias se aprovechen para mofarse del contradictor político con situaciones como la salud.
Así lo percibí con lo ocurrido con el hoy gerente del IDEA, Mauricio Tobón Franco, quien habría perdido un ojo porque al parecer manipuló pólvora, uso que está prohibido.
Está bien que haya el reproche, lo que me llamó la atención es que revisando los comentarios en redes sociales los críticos en su mayoría eran contradictores políticos que no ocultaron su placer con el drama humano.
Hasta me extrañó que hubiera alguien muy feliz con el accidente, profesional contemporáneo con Tobón Franco, a quien conocí en la adolescencia en el barrio Los Colores de esta ciudad y lo tenía en otro concepto.
Lo que hizo Tobón Franco no tiene justificación alguna, pero qué mayor castigo que la pérdida de un ojo. Sin embargo, las burlas no se hicieron esperar. Como es de fácil criticar en un mundo en el que nos creemos perfectos y la última palabra en materia moral.