NOS PERDIMOS CON DENUNCIA DE CONCEJAL ALFREDO RAMOS MAYA CONTRA LA ESU
“La ESU es una empresa que se encarga de ayudas tecnológicas en materia de seguridad para Medellín y quien adquiera sus servicios, porque es una empresa industrial y comercial del Estado. Sin embargo, al concejal Ramos Maya no le gusta como contrata”.
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
El concejal Alfredo Ramos Maya, dijo que la gente no sabe qué es la Empresa para la Seguridad y Soluciones Urbanas (ESU) como si fuera una obligación pública para que la entidad haga una buena o mala gestión.
Si a eso vamos, la gente probablemente tampoco sabe de manera estricta qué hace el Concejo de Medellín, cuántos concejales hay, y si al menos conoce el nombre de alguno de ellos.
Durante el debate de control político que le hizo el Concejo al gerente de la ESU, Edwin Muñoz Aristizábal, el miércoles 2 de noviembre, Ramos Maya denunció que en la entidad hay mucha contratación irregular y ahí nos perdimos.
Al concejal le preocupa que la ESU tenga un presupuesto mayor que al de algunos municipios del Área Metropolitana, y que llama la atención que, de 500 mil millones de pesos, unos 300 mil sean para cumplir labores de la Secretaría de Seguridad de Medellín.
Nos llamó la atención la denuncia, y ahí nos perdimos, porque el mismo gerente Muñoz Aristizábal recordó que la ESU es una empresa industrial y comercial del Estado.
Lo cual significa que tiene vocación pública, pero puede vender servicios a los privados en la ciudad, y por fuera de ella y el país, e informó que a diferencia de UNE, sí da dividendos para el Municipio.
Que su labor es amplia como brindar soluciones integrales de seguridad, tecnología, servicios de redes y telecomunicaciones, gestión urbana y del riesgo a entidades del orden nacional e internacional, a través de la comercialización y prestación de bienes y servicios, mediante alianzas, convenios, contratos, cooperación intersectorial y aquellas actividades permitidas por la ley, para contribuir a la transformación social, la innovación, la investigación, el desarrollo económico y ambiental de las ciudades y territorios. Que tiene su propio manual de contratación.
Esto no le gusta al concejal Ramos Maya al considerar que esa independencia en contratación es una situación irregular, y que órganos de control como la Personería deberían vigilar.
Sin embargo, no alcanzamos a establecer en el debate realmente cuál es el detrimento patrimonial o la irregularidad en materia de contratación que pueda traducirse en una sanción.
El gerente de la ESU reconoció que en otras épocas hubo muchos escándalos en el organismo, que hoy están superados, y por ello ha recibido certificaciones en control de calidad como el ISO.
Aunque al concejal no le gusta que la ESU tenga su propio manual de contratación y considere que hay una fuga de capital, importante recordar que Luis Alfredo Ramos Botero (padre del corporado) cuando fue gobernador, fue cuestionado por crear una fundación en la que al parecer se realizaban contrataciones sin el lleno de los requisitos y a dedo.
El control político hace falta, pero a veces uno no entiende lo que se denuncia, o no hay suficiente ilustración. Los organismos de control tendrán que establecer si las denuncias son válidas para abrir procesos.
Mientras el concejal quiso ridiculizar el gerente de la ESU, este se mantuvo sentado durante el debate con una sonrisa socarrona queriendo dar a entender que no había fundamentos en los cuestionamientos de los que fue objeto.
