“NO SOY ENEMIGO DE LA PAZ”: JUAN CAMILO RESTREPO GÓMEZ
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
No ca caído muy bien entre algunos sectores de la prensa bogotana y activistas paz, el nombramiento de Juan Camilo Restrepo Gómez como Alto Comisionado.
Uno de ellos es el periodista Eduardo Márquez, quien escribió en una columna que Restrepo Gómez “es enemigo de la paz porque aportó 33 millones de pesos a la campaña del NO en el Plebiscito por la Paz, en su condición de presidente del ultra fascista gremio Asociación de Bananeros de Colombia, Augura. En síntesis: es un opositor a la paz de los colombianos”.
Y agrega que: “Es necesario destacar que durante su gestión, tres integrantes de la junta directiva de Augura fueron señalados por jefes narco paramilitares como empresarios bananeros financiadores del Bloque Bananero de las AUC mediante aportes a las Convivir: Jaime Henríquez Gallo, Gabriel Harry Hinestroza y Nicolás Echavarría Mesa”.
En la función pública y política hay cargos que necesitan el lleno de ciertos requisitos experiencia, y academia, entre otros. El hecho de que Restrepo Gómez haya sido dirigente del sector bananero no impide que sea Alto Comisionado para la Paz (que sepamos).
Así como hay cargos de concurso que exigen ciertos requisitos, hay otros que no. Los congresistas por ejemplo, quienes crean leyes, no tienen exigencias académicas, hay secretarios de despacho que son médicos y fungen en temas de seguridad, y podríamos extendernos.
Restrepo Gómez también estuvo como asesor del Ministerio de Defensa y vice ministro del Interior, lo que le da alguna experiencia sobre el conflicto colombiano.
Coversamos con él sobre los aportes al No cuando estaba en Augura, y aseguró que de su bolsillo ni un peso. Que en el gremio habían sectores a favor del SÍ y otros del NO y simplemente les ofreció los espacios a todos como correspondía en democracia.
Sobre el señalamiento jurídico del algunos miembros de la junta, recordó que la responsabilidad penal es de carácter individual, y no era su labor investigarlos o separarlos del órgano sin ser vencidos en juicio.
