¿Medellín necesita un Sheriff?, Recovecos de la Política Parroquial
Todos los aspirantes a la Alcaldía de Medellín prometen resolver el problema de seguridad.
Todos parecen tener la fórmula mágica para que la capital goce de paz absoluta.
Es como si en vez de ser alcaldes, quisieran ser sheriff como en el viejo oeste.
El primero en asumir esa modalidad fue el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, y en materia local los ex alcaldes Luis Pérez Gutiérrez, con la Operación Orión; y Alonso Salazar Jaramillo, quien no tenía problema en ir directamente donde estuvieran los problemas para enfrentarlos.
El concejal Juan Felipe Campuzano, por ejemplo, siempre habla como sheriff y trata a los delincuentes como bandidos y con lenguaje retador. De ahí que mantenga un esquema especial de protección.
El concejal Bernardo Alejandro Guerra Hoyos ha recibido varias amenazas y resultado ileso en posibles atentados. Reta a la delincuencia en todas sus manifestaciones y la corrupción. Tal vez por esa razón sigue figurando de primero en todas las encuestas de favorabilidad para ser alcalde.
Es como si algunos ciudadanos quieran la figura de un sheriff en la ciudad, y el discurso de la inclusión social estuviera agotado. Y quedara como única salida la confrontación directa con los delincuentes.
El también concejal Jesús Aníbal Echeverry Jiménez salió muy bien en la última encuesta realizada por Caracol Radio. Ocupó el segundo lugar como posible candidato a la Alcaldía de Medellín.
Combina dos ingredientes: le gusta la autoridad como sheriff, pero con generación de empleo y temas sociales.
Los estratos bajos han sido su plataforma para que en tres ocasiones fuese concejal. No goza de maquinarias. La base lo apoya y cree en sus propuestas. Dice con orgullo, y alzando la ceja, que el próximo alcalde no será producto de apellidos de familias conocidas y grupos económicos, sino alguien que encarne las necesidades sociales.
El concejal Luis Bernardo Vélez Montoya ha figurado también en las encuestas. Su posición es menos guerrerista. Se formó como líder social en Compromiso Ciudadano. Su postura es de trabajar todo desde las oportunidades para la gente.
Miguel Andrés Quintero Calle, es concejal del Partido Verde. Aún no marca en las encuestas. Es precandidato a la Alcaldía de Medellín. Su fuerte ha sido la lucha para defender lo público.
Se opuso a la fusión de UNE-MILLICOM, defiende a Empresas Públicas de Medellín, y a Empresas Varias. Gran amigo de los sindicatos y las causas sociales. No tiene pelos en la lengua para decir lo que siente. Como no tiene burocracia, está con las manos libres.
La concejala liberal Aura Marleny Arcila Giraldo no ha dicho que es candidata aún. Maneja como nadie las finanzas. Es una administradora por excelencia. Conciliadora y concreta en los temas, y goza de un equipo muy fuerte como el de la Universidad de Medellín.
Es la primera vez en la historia reciente de la ciudad, que varios concejales figuren como favoritos en encuestas para ser alcalde de Medellín. Es como si la dinámica de preferencias esté cambiando y los habitantes midan con seriedad el quehacer de sus líderes.
Ahora, una cosa son las encuestas en esta época del año, y otra muy distinta, cuando estén todos los nombres sobre la mesa y la gente haya pasado el descanso y la fiesta.
No es descabellado pensar hoy que la ciudadanía quisiera un alcalde sheriff. ¿O no?
Recovecos Cortos
-El ex gerente de Plaza Mayor, Gabriel Jaime Rico Betancur, está demostrando que le gusta sorprender.
Hace algunos días aseguró que no era candidato a cargos de elección popular, sino a un doctorado. Y el jueves 11 de diciembre en el Jardín Botánico, destapó sus cartas. Porque ese cuento de que unas 300 personas le pidieron que fuera candidato, no lo creemos.
Ahora, es posible que se haya tratado de una estrategia de medición de popularidad de Rico Betancur y eso es otra cosa. Recordemos que en su última contienda, logró reuniones con mucha asistencia. En el hotel Dann recordamos que no cabían los asistentes pese al espacio generoso al lado de la piscina.
El ex gerente de Plaza Mayor goza de un lenguaje fluido, fresco, que le gusta a la gente. Y demostró que tiene capacidad gerencial para vender la ciudad en materia de eventos y emprendimiento.
Algunos sectores lo siguen viendo como el candidato ungido por el alcalde Aníbal Gaviria Correa, pero él ha negado esa versión en varias ocasiones.
Su reto ahora es ganarse el espacio como candidato de la Unidad Regional. O por qué no, avalarse por firmas en caso de ver el camino oscuro, como le sucedió en 2011 cuando el ex presidente Uribe divagó y divagó en la escogencia del aspirante.
-Otro candidato con vocación de poder es Federico Gutiérrez Zuluaga. Aquí lo hemos mencionado muchas veces. Sin embargo, no sabemos si su estrategia en los últimos meses ha sido eficaz para marcar en las encuestas.
Es probable, que él no esté pensando de lleno en ser el primero en las mismas, sino en trabajar duro a fin de ganar adeptos el próximo año cuando esté en el proceso de recolección de firmas.
Gutiérrez Zuluaga debe estar pensando bien cómo presentar su proyecto y si de verdad será fórmula con Federico Restrepo Posada a la Gobernación de Antioquia.
Recordemos que en los últimos días ha habido mucha especulación sobre los avales de esta posible fórmula.
Miembros del Partido Verde los invitaron a participar en un proceso democrático para la escogencia de candidatos.
Con seguridad ese panorama estará decantado muy pronto, porque si optan por las firmas el proceso es dispendioso y requiere tiempo.
-Todavía no vemos hablando el mismo idioma al ex senador Juan Carlos Vélez Uribe y a Juan Fernando Jaramillo, ambos precandidatos a la Alcaldía de Medellín por el Centro Democrático.
Lo decimos porque hace algunos días Vélez Uribe hablaba como único aspirante, al tiempo que Jaramillo asegura que también está en la contienda en todos los escenarios donde lo entrevistan.
El gran peligro que representa Centro Democrático es que sus miembros tienen muchas cosas en común con integrantes de otras colectividades y eso genera dificultades para sus candidatos propios. O por el contrario, beneficios en caso de alianzas.
Otra dificultad es que una cosa era Álvaro Uribe Vélez encabezando lista al Senado y otra muy distinta, cuando le toque empujar aspirantes a concejos, asambleas, alcaldías y gobernaciones de todo el país.
Y hablando de candidatos, vemos algo callados por estos días a los aspirantes Andrés Guerra Hoyos y Liliana Rendón Roldán a la Gobernación de Antioquia. Es posible que estén de lleno en sus recorridos por la región. Pero preocupa que el ex presidente Uribe haya dicho recientemente que no sabía cuál era el mejor mecanismo para la escogencia de los candidatos.
Juan Fernando Jaramillo es partidario de la convención, porque en ella participan solo los militantes, mientras que en una consulta popular es posible que estén miembros de otras colectividades.
-La precandidatura de César Eugenio Martínez Restrepo a la Gobernación de Antioquia destapó una opción que no se había contemplado abiertamente. Y es que el Partido Conservador podría tener candidato propio, sin necesidad de desgastarse en una unidad regional.
La cosa es muy sencilla. En las elecciones de Presidente, los conservadores en Antioquia se dividieron. Unos apoyaron a Marta Lucía Ramírez y otros a Juan Manuel Santos. Ramírez le ganó a Santos en la primera vuelta. Y en la segunda vuelta su apoyo fue fundamental para que Zuluaga le ganara a Santos en la región.
Lo anterior quiere decir que la Unidad Nacional no reconoce a los azules en Antioquia como la fuerza relevante que ayudó a Santos, y por esa razón un candidato conservador para la Gobernación de la Unidad Regional debe pelearse con argumentos de mucho peso.
Es más, hoy hay unos matices azules que no se han puesto de acuerdo. Los de Itagüí están con Carlos Mario Montoya Serna, y un segmento también con la ex representante Marta Ramírez.
Los Suárez Mira estuvieron en 2011 con César Eugenio Martínez Restrepo, quien logró más de 100 mil votos en una consulta, y actualmente lo apoyan “Los Colantos”, y los “Juandieguistas”, de Juan Diego Gómez Jiménez. Hoy es la novedad de la contienda, porque nadie lo daba en los cálculos.
Es más, nosotros manejamos una versión reciente en el sentido de que miembros del Centro Democrático del sur del Valle de Aburrá, estaban planteando una alianza con el Partido Conservador para Gobernación de Antioquia y Alcaldía de Medellín. Pensamos en su momento que eso era poco probable.
Sin embargo, el mismo precandidato César Eugenio Martínez Restrepo, considera que hay cosas en común tanto de los azules con Centro Democrático, como con la misma Unidad Nacional.
Mientras los azules determinan qué camino tomar, deben primero establecer una mecánica para medir quién de los precandidatos goza de mayor poder de convocatoria con los líderes y directorios. Una vez definida esa situación, y escogido el candidato, la colectividad revisará si hace alianza o se somete a la Unidad Regional.
Para nadie es un secreto que hoy los conservadores pueden moverse en las dos orillas sin problema alguno. Recordemos que al interior del Centro Democrático hay amigos comunes de los conservadores con quienes han trabajado en otros proyectos políticos.
-Es usual que miembros de la clase política nos llamen para hacernos consultas por la experiencia que hemos tenido tanto en Medellín como en Bogotá, en materia de información.
Eso nos agrada porque las personas que nos consultan saben que tratamos de ser lo más sinceros posibles con ellas. Ese cuento de decirle al candidato que está solo en el mercado, y ya que se ganó la curul o el cargo, es una carreta que no nos gusta.
La mejor manera de construir credibilidad es diciéndole al personaje sus fortalezas y debilidades desde nuestra humilde opinión. Es usual que haya en campañas aquellos que soban chaqueta y embriagan al candidato con adulaciones que lo confunden.
Está bien el optimismo, pero uno necesita siempre que alguien le ponga los pies sobre la tierra.
Hacemos esta reflexión, porque comienzan las campañas y hay gente valiosa que debe rodearse bien, y consultar a las personas idóneas antes de gastar dinero, esfuerzo, y tiempo en un proyecto que puede ser exitoso o innecesario.
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