INTENTAREMOS DEFENDER AL CANDIDATO A LA GOBERNACIÓN, EUGENIO PRIETO SOTO, ANTE LA GARROTERA QUE RECIBE POR IRSE CON EL CENTRO DEMOCRÁTICO
Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado en el Partido Liberal.
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
Como rata en balde le están dando a Eugenio Prieto Soto, candidato a la gobernación de Antioquia por el Partido Liberal, por hacer coalición con Andrés Julián Rendón Cardona, quien va por el Centro Democrático.
Como le han dado tanto garrote, vamos a intentar entender, o defender, si nos da, la decisión que pudo llevar a Prieto Soto, a esa exposición tan arriesgada.
Prieto Soto aspiró a la gobernación en 2007, y varios de los liberales que hoy lo cuestionan, se fueron con Luis Alfredo Ramos Botero, quien les dio puestos importantes en el gabinete. No recuerdo que alguien haya repudiado esa situación. Y el “man” se “mamó” el “varillazo” y siguió en el partido.
En 2015 aspiró a la alcaldía de Medellín, y varios de esos “liberales reales” se repartieron entre Gabriel Jaime Rico Betancur y se tomaron fotos con Juan Carlos Vélez Uribe en bus valla que tenían en la sede de Florida Nueva sin pudor alguno. Y nadie dijo nada, ni hubo solidaridad con Prieto Soto. Y se «mamó el varillazo».
En 2016 Federico Gutiérrez Zuluaga le devolvió la dignidad a Prieto Soto dándole la dirección en el Área Metropolitana. De ahí que haya gratitud y diga en vallas y radio que hay que votar por él y por FICO.
En 2018 el máximo jefe del Partido Liberal, César Gaviria Trujillo, después de tratar de mentiroso, mentiroso, a Álvaro Uribe Vélez, dio la directriz para dejar solo al candidato presidencial Humberto De la Calle Lombana, y apoyar a Iván Duque. Y ahí tampoco pasó nada.
A Horacio Serpa Uribe, cuando fue candidato presidencial en las contiendas contra Álvaro Uribe Vélez, en Antioquia hubo mucho liberal que decía: “somos liberales Uribistas”. Y tampoco pasó nada.
Podríamos quedarnos acá dando a conocer un sinnúmero de ejemplos de incoherencia liberal. Sin embargo, como el tema es Eugenio Prieto Soto, valdría la pena analizar si en realidad ha sido tan descarado como dicen, o se cansó de recibir palo para nada.
Más allá, de si estuvo bien hacer coalición con Andrés Julián Rendón Cardona (quien no tiene peso) el problema radicó (a nuestro juicio) en desconocer que había otro candidato como Julián Bedoya Pulgarín (con las mayorías rojas) con quien SÍ debió sentarse a conversar del aval rojo.
Ese, para nosotros, fue el mayor error de Prieto Soto, porque luce como si estuviera aspirando a un cargo de nombramiento y no de elección popular acercándose a Rendón Cardona, Luis Fernando Suárez Vélez y FICO.
Prieto Soto ha cometido varios errores (es cierto) pero también ha sido traicionado en varias ocasiones como para que cargue con todo el desprestigio que hace rato construyó el negociante de César Gaviria Trujillo.