GABRIEL DIB ESTÁ VOLANDO DE PIEDRA E IMPOTENCIA
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
No es el primero que llega a la política y cree que puede cambiar cosas y llevarse una mejor impresión. A deportistas, actores, y de otros sectores, les ha ocurrido lo mismo.
El concejal de Medellín, Gabriel Enrique Dib DíazGranados, no es la excepción. Por estos días está “volando” de la piedra porque hasta colegas de su bancada del Centro Democrático prefieren la zona de confort y no discutir temas de ciudad.
El problema para personas que vienen del sector privado con buenas intenciones, como es el caso del médico Dib DíazGranados, es que no dimensionan que en política casi todos se mueven por conveniencia y él, con su idealismo, no comprende eso por más ciencia que le meta.
Ya hasta sus colegas en el Concejo le dicen que deje el apasionamiento, que la coja suave, que no cuestione tanto, que se va a enfermar, mejor dicho, que pase de agache porque no va cambiar ninguna realidad.
En entrevista con el informativo Despierta Antioquia lo escuchamos agitado, bravo, acelerado, y reconoció que no piensa jamás volver al sector público y la política.
Cuando lo conocimos en la campaña del 2019 el candidato lucía lleno de optimismo, hablaba como un poeta, pero la realidad parece que le está sacando sensaciones de impotencia y por eso su familia está preocupada. A diferencia de muchos políticos que llegaron para servirse de la política, él prefiere servirle a esta, aunque no sea negocio y parezca un espécimen extraño.
Recordamos cuando Martín Emilio “Cochise” Rodríguez fue concejal en 2004. Todo el mundo lo conocía y lo apreciaba. Sin embargo, en materia política no lo dejaron hacer nada, pues todo se maneja con prebendas, coaliciones, negocios, que seguramente él no conocía, ni quiso conocer.
Cuando Dib DíazGranados abre la boca para preguntarse por qué en el programa Buen Comienzo van por el tercer gerente, no falta quien lo mire con cara de pereza, como si fuera un pecado preocuparse por la ciudad.
