CONCEJAL ALBERT CORREDOR: PÉSIMA COPIA DE SANTIAGO JARAMILLO BOTERO
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
El concejal del CD, Albert Corredor, quiere imitar al ex concejal Santiago Jaramillo Botero en su beligerancia, pero está años luz de lograrlo.
En casi dos años y medio como corporado no sabemos cuál ha sido su gestión. Basta revisar lo que publica en redes sociales y nunca hay algo relevante. En política hay buenos, regulares y malos, y con nuestra experiencia, no sabemos cómo calificarlo. Rompió el molde de la incoherencia.
Y lo rompió, porque se hizo elegir como concejal en una colectividad a la que le chupó rueda, pero pronto empezó a demostrar que le importaba poco sus ideales, cuando alcanzó su cometido.
Siempre ha estado en el lugar equivocado. Su devoción ha sido hacia el alcalde Daniel Quintero Calle, pero nunca tuvo la gallardía de hacerse contar por el Movimiento Independientes.
Nunca ha hablado duro, y ahora como el conchudo que llega a una casa ajena y le abren las puertas, pretende decirle a los dueños que la abandonen porque es su voluntad. Un ego impresionante.
Este concejal tiene huevo. Muchos pensaron (nos incluimos) que viniendo de una propuesta académica como el Censa, podría aportar mucho al sector. Sin embargo, parece que no está para servir en política, sino para servirse. No encontramos otra explicación.
Creemos que está lejos de parecerse al ex concejal Santiago Jaramillo Botero, porque al menos éste daba debates fuertes en el Concejo y estresó mas de una vez al intocable Bernardo Alejandro Guerra Hoyos.
Hay gente que no está diseñada para estar en política. Corredor puede ser mejor como empresario de la educación. Está claro que no ha entendido lo que es pertenecer a un partido. Tras de cotudo hinchado. Cree que puede hablar duro porque un organismo político, como el Consejo Nacional Electoral, le dio la razón sobre su sanción. Y eso está bien, lo que no está bien es que ahora se crea amo y señor para morder la mano de quien le dio de comer como Álvaro Uribe cuando era un total desconocido.
Tanto tema de ciudad para abordar en el Concejo, y Corredor preocupado como niño chiquito porque en el CD no lo dejaron hacer lo que le da la gana.
Nos quedamos con la rebeldía de Jaramillo Botero, quien al menos siempre ha estado bien parado en sus posturas, y no con la pésima imitación de Corredor.
