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QUIEN HACE CAMPAÑA ATACANDO ASPECTOS FÍSICOS, DE SALUD O LA INTIMIDAD,  ES ALGUIEN QUE NO MERECE GOBERNAR

Por Juan Carlos Hurtado Ochoa

Desde que el ex candidato a la gobernación de Antioquia, Mauricio Tobón Franco, sufrió un accidente con pólvora en el que perdió un ojo, el matoneo ha sido permanente. Y lo ha soportado con paciencia, resiliencia y hasta con humor.

Sin embargo, para todo debe haber límites. Tobón Franco, posible candidato nuevamente a la gobernación, denunció en sus redes que un precandidato habría dicho que le quitaría el ojo que le queda si se lo encuentra en la calle.

Si eso es cierto, terrible, y como chiste de muy mal gusto, cuando las campañas pasaron de las propuestas a los ataques personales.

Cuando Sergio Fajado Valderrama se fracturó la cadera, hubo toda clase de chistes y comentarios mal intencionados, lo propio ocurrió con Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez, y sus problemas de  próstata; con Antanas Mockus y su párkinson. Los ejemplos son muchos.

Es grave cuando el debate se centra en la intimidad, aspectos físicos y problemas de salud. Eso es bajo. Es más, como abogados consideramos un error hablar de personas invalidas.  Hay personas en situación de discapacidad, pero no de incapacidad necesariamente para muchos asuntos.

Estados Unidos nos lleva ventaja superando algunos de esos aspectos, pues aunque hay serios problemas de discriminación racial, también es cierto que en materia laboral las condiciones de edad y físicas no son impedimento para que alguien desempeñe actividades y ser útiles en la sociedad.

De otro lado, para que no quede como que Tobón Franco se estaría victimizando en plena campaña, debería en próximos eventos ir más allá de la denuncia en redes y exponer esos temas ante las autoridades competentes.

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