El Cotarrito Político

Las “Chivitas Políticas”, ahora desde el Cielo o en algún lugar del Universo

Por Juan Carlos Hurtado Ochoa

Las “Chivitas Políticas” llegaron a su fin terrenal. Pasaron a otra dimensión. La dimensión espiritual, de los astros, del universo, en la que creía el periodista Jorge Carvalho Betancur director del programa Carvalho y la Política, quien dijo adiós el martes 24 de octubre hacia las 8:00 de la mañana.

Su muerte fue tan sutil y prudente como su propia vida, pues nunca quiso ser motivo de lástima o de situaciones que generaran algún tipo de alboroto innecesario.

Alguna vez el colega Rafael Cervantes Bossio,  quien lo escogió para que fuera editor político del periódico El Mundo en los años 80, sostuvo que Jorge Carvalho Betancur parecía más inglés que antioqueño, por su temperamento reposado, un caballero  a carta cabal.

Tal vez ese fue el mayor atributo de aquél periodista que supo manejar las emociones y el respeto por el oficio y las personas.

Sus noticias y opiniones eran carentes de adjetivos. Prefería guardar distancia con la información. Eso hizo que se ganara el respeto entre la clase dirigente que inicialmente leía sus notas en el periódico El Mundo, y luego se convertiría en oyente fiel donde estuviera aquél periodista de voz elegante, nunca ruidosa.

Fue así como llegó a ser director del Noticiero Todelar de Antioquia, de las Noticias de Antioquia de Múnera Eastman Radio, jefe de comunicaciones del gobernador Alberto Vásquez Restrepo, creador del programa En Tertulia con César  Pérez Berrío, y luego de Carvahlo y la Política que se emitió hasta hace pocos días por 1.020 am Emisora Claridad de Todelar.

Fue el creador de la Tertulia de San Joaquín, que empezó en un restaurante modesto en las afueras de Todelar, sobre San Juan en frente  de Makro. Allí se congregaban políticos, periodistas, dirigentes y pensadores.

La prudencia y la dignidad lo llevaron a que no aceptara visitas recientes de sus amigos por su condición de salud, pues sabía que los años durante los que fue adicto al cigarrillo le pasarían la cuenta de cobro que sus más cercanos advertían permanentemente y el evadía hábilmente con otro tema.

Cuando dejó el cigarrillo era tarde. Sus pulmones ya tenían las cicatrices del hábito y su salud comenzó a empeorar. Desde hace varios meses decidió que no podía originar el programa en la emisora y caminar unos cuantos pasos era imposible. Se convirtió en un hombre encerrado en un apartamento cercano al Centro Comercial Vizcaya, en el que revisaba información y trataba de llevar una vida más amable en compañía de Martica, la compañera de esa batalla, y su sobrino Simón.

Algunos de sus amigos sabíamos que Jorge prefería llevar su situación en reserva. Por esa razón varias veces evitó que lo visitáramos y el colega César Pérez Berrío fue quien más lamentó esa  circunstancia, pero había que respetar lo que ocurría aunque muy en el fondo sabíamos que el panorama no era bueno.

A principios de este año tal vez, durante una conversación que sostuve con Jorge me dijo que había una esperanza de regenerar los pulmones con un tratamiento en los Estados Unidos. Le insistí que hiciera el esfuerzo de darse esa oportunidad, pero al parecer sus condiciones físicas le impedían tal desplazamiento.

El último registro radial da cuenta de un Jorge desesperado por hacer bien el programa y se escucha cómo intenta coordinar por mensajes de celular con el operador de audio Jorge Pulgarín una emisión reciente antes de ser hospitalizado. Hasta llegó a aceptar un ofrecimiento que le hiciera el senador y amigo José Obdulio Gaviria para que un periodista de Bogotá le ayudara durante algunos días.

Diríamos que hasta donde las fuerzas le dieron, Jorge amó el periodismo e hizo gala de su responsabilidad cuando a las 6:00 de la mañana contra viento y marea emitía Carvalho y la Política.

UN MAESTRO SIN VANIDADES

En febrero de 2004, por recomendación del colega  Pedro Nel Valencia Alzate, conocí a Jorge Carvalho Betancur. Recientemente había renunciado al periódico El Meridiano de Córdoba, y a mi regreso a Medellín necesitaba trabajar.

Con su tono muy tranquilo me invitó al programa que para la época se emitía a las 12:00 del mediodía. Comenzaba una época dura para los  medios alternativos, pues el nuevo alcalde Sergio Fajardo Valderrama no creía sino en Bogotá y buena parte de la publicidad era para los medios nacionales.

Jorge me dijo que no tenía cómo contratarme porque la publicidad radial era prácticamente nula y vendrían tiempos complejos como evidentemente sucedió. Le dije que no se preocupara por el pago que lo importante era darme a conocer y con eso era suficiente.

Así empezamos una relación profesional llena de aprendizaje. Por un lado pude conocer con profundidad el periodismo político y él de paso contento por encontrar un reportero con ganas de subir el rating del programa como efectivamente ocurrió. El almuerzo informativo lo teníamos nosotros. Jorge me hizo sentir como igual, permitía que entrevistara las fuentes con él de tú a tú, y sobre egos y vanidades nunca las sentí, aspecto escaso en este medio. Todavía recuerdo unos rones que nos tomamos apenas conociéndonos cerca de su casa diagonal al Éxito de Laureles. Fue una charla de maestro a alumno, porque uno decir que trabajaba en Carvalho  y la Política era un lujo de pocos y con profesionales así para qué más.

Otro aspecto desconocido es que Jorge cuando regía la pensión especial para periodistas empezó a  hacer los trámites cuando tenía 50  años (falleció a los 64) y me decía que quería que yo  «heredara» el programa, que se retiraría para estar en su finca de Guarne. Sin embargo, por unas semanas cotizadas que nunca aparecieron, perdió esa oportunidad y  logró la pensión hace apenas dos años por el régimen normal.

Hoy solo me queda decir: gracias amigo, gracias colega, gracias…porque esas “Chivitas Políticas” no están muertas y vos tampoco.

REMATE: nos informan que aunque Jorge no quería ninguna ceremonia especial, familiares decidieron que el miércoles 25 de octubre en la Iglesia de la América a las 3:00 de la tarde habrá una misa de despedida.

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