«FICO», LUIS, PAOLA, Y OTROS TENDRÁN QUE CAMBIAR DISCURSO PARA CAMPAÑA PRESIDENCIAL
Quien hable de seguridad democrática como candidato presidencial estará pasado de moda y fuera de lugar. El discurso de guerra, seguridad y paz, ya no está en las prioridades urgentes de la gente.
Por eso el ex alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, ahora habla de educación y se muestra cercano tocando acordeón. Menos Sheriff.
Imitar a Uribe ya no es la estrategia que funcionó durante varias campañas. Tampoco a Petro a quien nada parece gustarle.
El ex gobernador Luis Pérez Gutiérrez también anda hablando de educación, y estrategias similares tendrán que adoptar la senadora Paola Holguín y quienes pretendan conquistar seguidores ávidos de trabajo y oportunidades 100% sociales.
Pérez Gutiérrez puede sacar punta de una universidad digital que tuvo poco protagonismo durante su gobierno, pero se disparó por estos días ante una pandemia que obviamente no estaba en los planes de nadie. La educación digital llegó para quedarse.
La senadora Paola Holguín anda muy prudente porque dependiendo de cómo le vaya a Duque de eso estará enmarcado su futuro.
Sergio Fajardo Valderrama ha tenido siempre el discurso de educación, así que va en coche.
Hablar de Juan Manuel Santos también pasó de moda porque hasta el actual Gobierno estaría aprovechando un contrato de 3 mil 300 millones de pesos para posicionar su imagen cuando el objeto y rubro eran para fortalecer la cuestionada paz.
El colombiano de hoy está más preocupado por la reactivación económica y con toda seguridad el discurso guerrerista y la polarización, empiezan a generar pereza, porque las prioridades son otras en estos momentos.
Hasta un presidente tan desprestigiado como Duque antes de la pandemia, logró levantarse como el Ave Fénix con fórmulas que ningún politólogo había previsto. La violencia se ataca con oportunidades en la mayoría de los casos.
Quien sepa leer por fin esas necesidades la tendrá clara en campaña.
Como ciudadanos también deberíamos dejar de lado las peleas innecesarias en redes sociales porque eso no resuelve los problemas individuales.
Debemos evaluar seriamente las propuestas y decidir en las urnas con juicio.
Esa polarización agresiva es letal para el colombiano de a pie que sigue causas que el líder tal vez no comprende porque piensa en su apetito personal.
Ahora necesitamos menos discurso de guerra, y más pan, trabajo.
