Recovecos cortos

EPM LIDERA COMPENSACIONES FORESTALES, CUANDO HAY OBRAS DE INFRAESTRUCTURA

Para EPM es muy importante el cuidado del medio ambiente, una vez hay intervención de obra pública.

EPM debe compensar con siembra de árboles tanto en el entorno urbano como en el entorno rural a partir de los impactos ambientales que se dan durante la construcción y puesta en operación de sus diferentes proyectos de generación, transmisión y distribución de energía, gas, acueducto, saneamiento y locativos.

Básicamente, de acuerdo con el marco normativo nacional, las empresas deben compensar por pérdida de
biodiversidad, levantamiento parcial de especies en veda y aprovechamiento forestal, además de establecer
medidas para retribuir a las comunidades, a las regiones y en general al ambiente.

Las compensaciones ambientales se hacen con especies nativas que son las que aportan a la biodiversidad,
atrayendo especies de fauna local. A través del fortalecimiento de las redes ecológicas identificadas por el
Área Metropolitana, como autoridad ambiental, se han protegido especies como: ardillas, iguanas, monos,
zarigüeyas y algunas especies de loros, pues se permite su tránsito y se conserva su hábitat.

La inversión en el programa de compensaciones forestales, no sólo en actividades de siembra, sino
también en mantenimientos, cerramiento, rocería, socialización con las comunidades, trasplantes y
caracterizaciones de los predios objeto de compensación fue de $2.776.494.222, entre 2020 y 2022 a
través de contratos con diferentes operadores como la corporación Cuenca Verde y la fundación
Guanacas.

Hoy, se cuenta con la dificultad, especialmente en el entorno urbano, para conseguir predios, a fin de
cumplir con las obligaciones de EPM de realizar las reposiciones forestales de sus proyectos urbanos,
puesto que hay un gran déficit de espacio verde; por esto, se realizan acuerdos con los municipios y
propietarios de predios privados que cuentan con áreas disponibles que sean de interés de conservación.

Así, se materializan estos impactos en oportunidades para proteger, fortalecer corredores ecológicos, aumentar los espacios verdes y generar beneficios para la comunidad. Es así como EPM puede intervenir estas áreas sin necesidad de comprarlas, para protegerlas y conservar junto a las alcaldías y otros agentes, estos ecosistemas estratégicos que contribuyen a mejorar la calidad del aire en el Valle de Aburrá.

En el ámbito rural, entre 2020 y 2022, se han sembrado 40,1 hectáreas por afectación de especies en veda y
pérdida de biodiversidad, por proyectos de transmisión de energía como: Bello-Guayabal-Ancón, Confiabilidad
Caucasia – Cerromatoso, nueva subestación Calizas y de acueducto como Envigado – El Capiro.

Y en el urbano, en este periodo, se han sembrado 6.362 individuos arbóreos (equivalente a 6 hectáreas
aproximadamente) distribuidos en todo el Valle de Aburrá, como medida de compensación por la ejecución de
proyectos como: ampliación Planta San Fernando, redes colectoras de La Volcana, modernización de la
planta de potabilización La Ayurá, conducción Machado – Volador, entre otros.

En el caso de los proyectos que requieren licencia ambiental como Bello-Guayabal-Ancón (transmisión de
energía), se les aplica lo establecido en el Manual de compensaciones por pérdida de biodiversidad del
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2019) que establece que se deben proteger las siembras por
el tiempo que se demuestre “ganancia neta de biodiversidad”, una metodología que demuestra que se supera
la pérdida o destrucción de la biodiversidad en un lugar determinado, con una mayor protección o
restauración en el área de influencia. En proyectos no licenciados, el cuidado se debe garantizar por cuatro
años.

A los proyectos no licenciados como Otras Cuencas, Centro Parrilla (saneamiento) y otros, se les aplican las
compensaciones forestales establecidas por autoridades como Corantioquia y el Área Metropolitana, que
consisten en reponer y compensar un número determinado de árboles para minimizar los impactos. En este
caso, EPM siembra en los predios y cuida los árboles por uno, dos, tres y hasta cinco años, luego de esos
períodos los municipios asumen directamente su mantenimiento y conservación.

Dentro de las acciones desarrolladas se encuentran:

Siembra de individuos arbóreos.

Mantenimiento de los individuos sembrados

Inclusión de información en el Sistema de Árbol Urbano-SAU

Rescate, reubicación y monitoreo de varias especies tanto de árboles como de plantas
epifitas (bromelias, juncos, balazos, tangos rastreros), entre otras.

Programas de educación ambiental.

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