EMPEZÓ LA GUERRA POLÍTICA
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
El abrazo de Aníbal Gaviria Correa con el diputado del CD, Andrés Guerra Hoyos, le chocó a algunos dirigentes políticos, quienes preferirían una pelea a muerte como la que tienen el concejal Alfredo Ramos Maya con el alcalde Daniel Quintero Calle; Federico Gutiérrez Zuluaga, Sergio Fajardo Valderrama y Alejandro Gaviria, un día discuten en redes, y al siguiente se abrazan en Cartagena.
Y así, hay muchos ejemplos como abrebocas de lo que observaremos en los próximos meses en política. Recientemente el presidente del Senado, Juan Diego Gómez Jiménez, también tuvo que “pelar diseño de sonrisa” en reunión de congresistas con el Gobernador, luego de insistir en que debía renunciar debido al proceso judicial que afronta hace algunas semanas.
La política es dinámica, y cualquier cosa puede pasar en escenarios que parecían imposibles.
La llegada del ex diputado conservador David Alfredo Jaramillo, por ejemplo, a la campaña al Senado, de Germán Blanco Álvarez, no se esperaba, luego de haber trasegado con la gente de Itagüí, y ser matiz fuerte del ex senador fallecido, Manuel Ramiro Velásquez Arroyabe.
La unión de empresarios, Fajardistas, del Centro Democrático, del POLO, y de Dignidad, tampoco se esperaba. Fue el alcalde Daniel Quintero Calle, quien los unió. De paso, el mandatario también ha pasado factura con la situación judicial de Luis Alfredo Ramos Botero.
Ex secretarios de Federico Gutiérrez Zuluaga como Luis Bernardo Vélez Montoya y Juan David Valderrama, también lucen cercanos al candidato presidencial por cuenta de la oposición al actual mandatario local.
Con el concejal Daniel Carvalho, y concejales del CD, pasa algo similar: arrancaron muy amigos del alcalde y ahora algunos están tirando piedra a diestra y siniestra.
Por todo lo anterior, la gente a veces prefiere no creer en los políticos, porque sus cambios de opinión son drásticos, y hasta incoherentes. El hecho de que ex presidentes figuren hoy con inversiones en el exterior (Pandora Papers) envía mensaje de que ni la misma dirigencia confía en Colombia.
Mejor dicho, estemos preparados para toda la puesta en escena que viene. Toca revisar con polígrafo a muchos de estos actores.
