Recovecos cortos

Distrito deja ruta de justicia Restaurativa para avanzar con la implementación del Acuerdo de Paz

Este convenio es un avance para la consolidación del Distrito como territorio urbano en la aplicación de justicia transicional restaurativa.

En un paso trascendental hacia la consolidación de Medellín como un territorio urbano comprometido con la justicia transicional restaurativa, el Distrito realizó un balance conjunto del convenio firmado con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la participación de organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos, líderes, lideresas y víctimas de la Comuna 3, firmantes de paz y academia para dejar a la ciudad una hoja de ruta integral que facilite la implementación urbana del Acuerdo de Paz, firmado en la Habana con las antiguas FARC-EP, y la realización de los Trabajos, Obras y Actividades con contenido Reparador (TOAR), en la Comuna 3, desde un enfoque restaurativo.

“Desde la Secretaría de la No-Violencia reiteramos la importancia de la participación amplia de todos los sectores de la sociedad; víctimas, responsables y comunidad para lograr el acceso a la justicia transicional como una ruta de implementación del Acuerdo en Medellín” dijo el secretario de la No-Violencia, Cristian Aguirre

Para satisfacer el derecho de las víctimas a la justicia y avanzar en la transformación de las causas estructurales que han incidido en múltiples escenarios de victimización en la Comuna 3 y, asimismo, aportar en la reparación del daño causado, este convenio se proyectó con la intención de aunar esfuerzos para el fortalecimiento y la priorización de programas, proyectos y acciones específicas encaminadas a fortalecer el proceso de implementación del punto 5 del Acuerdo de Paz.

“Estamos haciendo un balance del Convenio a fin de habilitar espacios de diálogo, escucha y de cara a la implementación de programas o proyectos que tengan como objetivo la restauración de las víctimas del conflicto armado. Nuestro interés es con las comunidades partícipes, evaluar el impacto que ha tenido el convenio y ratificar el compromiso de la JEP en estos procesos”, explica Claudia Liliana Erazo, subsecretaria ejecutiva Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

El balance se estructuró alrededor de los tres componentes específicos: pedagogía, gestión de voluntades y comunicación. Estos componentes han generado un conjunto de acciones estratégicas que fueron evaluadas a lo largo de los dos años desde la firma del convenio, incorporando la perspectiva y el criterio de los participantes.

“La importancia de este espacio es fundamental, porque estamos haciendo un ejercicio de balance y de mirar los vacíos que se presentaron, también, de observar las oportunidades que vemos hacia delante para continuar con el proceso de implementación de acuerdos en la ciudad de Medellín que se está convirtiendo en un punto neurálgico por la llegada de firmantes y por la historia que tenemos sobre las violencias”, expuso Claudia Rengifo, hace parte del proceso de Memorias Colectivas y Paz Territorial de la Comuna 3 .

Desde la Secretaría de la No-Violencia se han diseñado acciones y establecido alianzas estratégicas con el Sistema Integral para la paz, incluyendo la Jurisdicción Especial para la Paz, Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPDD). Estas acciones han permitido construir un modelo de gestión centrado en la participación de las víctimas, los responsables y las comunidades, dinamizando las mesas técnicas que fortalecen las acciones del convenio.

Este proceso ha logrado desarrollar una metodología participativa, donde las voces de las partes fueron reconocidas resaltando logros, disensos, aspectos a mejorar y el llamado a la institucionalidad a continuar generando alianzas que fortalezcan las acciones realizadas y permita considerar que es posible reconstruir la confianza hacía las entidades del Estado.

Con esto, la institucionalidad contribuyó en el derecho a la paz y la reconciliación a través de la resignificación de la memoria de quienes habitan la ciudad, como víctimas y sociedad, a la par de firmantes de paz y miembros de fuerza pública, como responsables, quienes desean asumir obras con contenido reparador en relación al conflicto histórico vivido, los cuales permitieron tejer puentes entre todos los grupos de interés y actores relevantes en la ciudad en la promoción de una cultura de justicia restaurativa.

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