DE VERDAD: HAY MUCHO CANDIDATO «VISAJOSO»
Cuando a finales de 2018 el ex concejal Luis Bernardo Vélez Montoya anunció a la prensa que aspiraría a la Alcaldía de Medellín por firmas, muchos pensábamos que se trataba de un proyecto de largo aliento, pero no fue así. A medio camino decidió entregar las armas y juntarse con el aspirante Daniel Quintero Calle. Ahora quiere Concejo.
Situación similar ocurrió con el ex gerente de Todelar, Enrique Olano Asuad, quien no fue capaz de concretar su proyecto político e hizo la fácil: tomarse la foto con el aspirante Juan Carlos Vélez Uribe, para hacer el mismo ejercicio de 2015, cuando apoyó a Luis Pérez Gutiérrez para que lo nombraran en un cargo. Fue secretario de Minas y muy pronto renunció cuando vio que manejar esa dependencia era difícil.
Hay quienes aspiran por firmas tratando de mostrarse ajenos a la política tradicional. Sin embargo, todos los candidatos actuales han hecho parte de algún partido o movimiento.
Antes del 27 de julio, cuando arranca de verdad la contienda, probablemente otros aspirantes seguirán tirando la toalla, o descubriremos si estaban “cañando” con el ánimo de ser parte de los gobiernos venideros.
Recoger firmas es un tema complejo. Requiere recursos económicos, muchas ganas y presentar un discurso que convenza. Además de la inseguridad jurídica, porque un movimiento como Creemos con alcalde y dos concejales, ahora resulta que tiene otro dueño.
REMATE: El ex diputado liberal, Héctor Jaime Garro Yépez, le había prometido al candidato a la Gobernación, Mauricio Tobón Franco, apoyarlo en campaña. Sin embargo, ya está trabajando con Aníbal Gaviria Correa, pese a que en 2015 estaba de “amores” con Luis Pérez Gutiérrez. Dialéctica política, como dice mi colega Róger Vélez Castaño.
