COMPLICADO LEER HOY A ANÍBAL GAVIRIA CORREA
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
El gobernador Aníbal Gaviria Correa prefirió ser prudente durante las elecciones de Congreso, consultas, y presidenciales.
Bien podría haber fijado posiciones por interpuestas personas y utilizar el poder para favorecer algunos intereses.
Su prudencia fue tal, que durante el primer semestre su exposición en medios fue muy poca, casi nula, al igual que la difusión publicitaria. Ha hecho más bulla, si se quiere, el secretario de Agricultura, Rodolfo Correa.
El canal público, Teleantioquia, de su resorte, en esta ocasión guardó distancia con el tema presidencial. No hizo debates con los candidatos. Nunca se supo si el gobernador tenía simpatías por alguien en específico. Es más, ya conversó con Gustavo Petro y de eso poco se ha informado.
Lo único que se dice en los recovecos políticos es que Luis Fernando Suárez Vélez sería el candidato a Gobernación en el 2023, pero nadie sabe con qué mecanismo. Es posible que repita por firmas.
Gaviria Correa, después de tantas dificultades en lo judicial, es probable que haya escogido el silencio como mejor consejero en política, cuando hay sectores que no perdonan y pasan factura en cualquier momento. Tal y como a él le ocurrió una vez se posesionó.
