COMO BURRO HABLANDO DE OREJAS, OTRA PELEA DE INGRATITUDES
El ex candidato al Senado por Cambio Radical, Guillermo Palacio Vega, dijo en redes sociales que en 2015 el diputado Norman Ignacio Correa llegó a su equipo pidiendo aval y estructura. Que lo acogieron y decide hoy seguir otro camino. “Nosotros continuamos haciendo buena política con el gran equipo que nos ha acompañado desde 2006”.
A su turno el politólogo Carlos Andrés Pérez Múnera le agrega al mensaje en redes que: “hay algunos que ante la oportunidad dan volteretas; y lo peor, se aprovechan de quienes les dieron la mano. @NormanCorreaB es buen ejemplo de eso. ¡qué lástima!
El lector desprevenido lee esos dos mensajes y seguro piensa que el diputado de la U, Norman Ignacio Correa, es lo más incoherente y desagradecido del mundo. Sin embargo, vale la pena analizar el contexto en sus justas proporciones.
Es cierto que Correa luego de ser diputado con Luis Alfredo Ramos Botero y quedar sin gasolina para llegar nuevamente a la Asamblea, encontró en el ex representante a la Cámara, Augusto Posada Sánchez, el oxígeno que necesitaba. Pero fueron posada Sánchez y Guillermo Palacio quienes decidieron abandonar el Partido de la U para irse a Cambio Radical, y Correa quedó en seguro ocupando la curul. ¿eso tiene algo de malo?
Luego Posada Sánchez decide irse para Estados Unidos y deja solo en campaña al Senado a Palacio Vega. Y también empieza a darle línea a Correa por WhatsApp para que se acerque al Uribismo ante los pasos de animal gigante que se veía con el candidato Iván Duque quien ganó la Presidencia.
Palacio Vega debería reclamarle lealtad a Posada Sánchez, pues fue quien partió el equipo y se fue a trabajar temas inmobiliarios en el país del norte.
Ahora, Correa tampoco es un santo. Se dice que habría apoyado al Congreso a César Eugenio Martínez Restrepo (hoy Cámara CD) y al superintendente de Salud, Fabio Aristizábal; que no sale de la finca del senador Álvaro Uribe con quien se toma selfies cada que puede, y quiere manejar candidato del CD a la Alcaldía de Envigado, Gobernación de Antioquia, y Alcaldía de Medellín con José Nicolás Duque Ossa.
Mejor dicho: dos burros hablando de orejas. Por donde se mire hay aspectos de deslealtad y lo grave es que nadie dice nada de Posada Sánchez quien mira la pelotera tranquilo desde los Estados Unidos.
Nuevo hecho que se suma a la pelea que hay entre la gente de la Universidad de Medellín y el senador liberal Iván Agudelo Zapata.
