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¿BUENA ESTRATEGIA DE SANTIAGO JARAMILLO ATACAR HOY A DANIEL QUINTERO PESE A QUE LO APOYÓ Y LE DIO JUEGO?

“Santiago Jaramillo Botero ahora anda con megáfono hablando mal del alcalde que el mismo defendió”.

Por Juan Carlos Hurtado Ochoa

Santiago Jaramillo Botero se ha caracterizado por ser alguien que  no sigue libreto político, lo cual puede ser contraproducente para sus proyectos personales, pues depositar la confianza en él puede ser una apuesta arriesgada para quien lo apoye.

Fue concejal de Medellín del Centro Democrático, pero muy pronto salió de pelotera con Álvaro Uribe Vélez, y la senadora Paola Holguín. La verdad nunca supimos por qué se enfrascó en una pelea que pasó por graves denuncias contra ellos.

Sus peleas con el concejal liberal Bernardo Alejandro Guerra Hoyos, también fueron fuertes.

En 2019 decidió apoyar a Daniel Quintero Calle y fue su mayor escudero (el más fuerte) en su defensa contra los primeros pasos de la revocatoria, cuando otros no eran capaces de dar la cara como él.

Sin embargo, ahora, y de manera repentina, Jaramillo Botero la emprendió contra el alcalde Daniel Quintero Calle y ahora es uno de los más activos a favor de la revocatoria.

Una fuente nos dijo que la molestia más grande del candidato a la alcaldía de Medellín es que esperaba que Quintero Calle le diera luz verde para su campaña, y como no se sintió incluido en el llavero sacó la “espada”.

Otra versión señala que el alcalde también le habría cortado las alas en contratación cuando empezó a trinar cosas contra él.

Jaramillo Botero se suma al concejal Luis Bernardo Vélez Montoya, quien hace unos meses también partió cobijas con el alcalde, aunque no lo ha atacado tan fuerte ni lidera la revocatoria.

La política es muy dinámica. Hay riesgos que se deben medir y respetuosamente creemos que Jaramillo Botero podría convertirse en una papa caliente para cualquier opción política que lo arrope, porque no se sabe en qué momento puede cambiar de opinión.

Se le abona al menos que sale y dice las cosas de frente y no se guarda en posturas políticamente correctas.

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